domingo, 7 de septiembre de 2008

Vuelta de las vacaciones…

Ayer regresé de unas muy esperadas vacaciones: ¡Tailandia!

Me acabo de levantar, hace un calor de miedo y estoy en pleno síndrome jet lag. A pesar de haber dormido más de 11 horas, me siento como en la peor de mis resacas: me duele todo, tengo la cabeza como un bombo y hasta agujetas en los brazos de cargar una mochila que casi pesaba tanto como yo (esto no me hubiera ocurrido con 20 años, pero claro tengo 30 y eso se nota, aggg…).

Estoy sola en Barcelona: mis amigos continúan con sus vacaciones, en el edificio donde vivo no se oye ni una mosca (¡esto si que es una bendición!) y mi piso, grande y largo, está solitario, sin jóvenes modelos a l@s que alquilar una habitación y sin mi roomate Carla (¡te echo de menos Carla, aunque a veces me cargas! ;)

¡Me queda sólo este fin de semana para que se acaben las vacaciones! Me han sabido a poco, a demasiado poco… Y ahora tengo otro motivo para sentirme más desgraciada: SAM…

1 comentario:

malba dijo...

Hola, Sara. Parece que tienes muy claro que no te gusta nada tu trabajo: porqué no cambias? Tus comentarios destilan desprecio hacia tu entorno y buscas una salida bien externa; un tipo estupendo (o no) y lejano que conociste en un no menos lejano y exótico entorno...Es evidente que estás huyendo, negando tu responsabilidad para contigo misma.
Sara, sé valiente, mírate en el espejo, decide qué no te gusta y cámbialo ya! Las riendas de tu vida están en tus manos, pero la autocompasión y el desprecio paralizan.
Parece que tienes unos jefes espantosos, muy clásicos: cámbialos sin mirar atrás, aunque eso reprsente cambiar radicalmente de vida: puesto que no te aportan nada positivo y la cantidad de dinero que te pagan es realmente muy baja, piensa bien para qué vales, qué te gusta y cambia. Incluso en una buena boutique te pagarian lo mismo y quizá te haría más feliz.
En fin, lo que quiero decirte es que la felicidad es algo que está en ti, sólo tienes que ponerla en marcha. Puedes ser lo que quieras, pero dificilmente encontrarás a una pareja mientras estés insatisfecha, o quizá encuentres a una que te haga muy poco favor.
Obsérvate, conócete, arriésgate. Lo demás vendrá por sí mismo.
Cuídate mucho.
A.